Ser fiel a ti es priorizar tus principios, valores y sello personal. Respetar quién eres y poner límites a aquello que te aleja de tí.

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Hace unos días estaba en terapia con mi psicóloga y recordamos que ya llevo 8 meses como independiente y me hizo la pregunta “Tere, ¿a qué renunciaste realmente?”.

Más allá de lo concreto, paré un segundo y dije… renuncié a la exigencia. Renuncié a hacerme la loca con lo que me gusta y no me gusta, renuncié a criticarme diariamente, renuncié a tantas cosas que incluso me duele recordar cómo me sentía.

En este tiempo he aprendido a conectar nuevamente conmigo y a ser honesta, aunque duela. A soltar viejas creencias limitantes, soltar expectativas y exigencias ajenas, soltar miedos infundados y comenzar un camino de profundo amor hacia mí misma y mi proceso.

Al paso de los días tuve un eureka moment y llegó a mí el concepto de SER FIEL A MÍ MISMA.

Un concepto que no se me ocurrió a mí, me lo comentó un asesorado después de la sesión de descubrimiento personal (Plan de Empodérate). Volver a conectar con lo que él ama y lo que le apasiona. Un ejercicio que le recordó su sello y lo importante que es para él cuidar quién es realmente. Recordó todo lo que ama tomarse un café con un amigo y tener una conversación profunda, recordó todo lo que ama los caballos y los animales y que hace tiempo no se daba el espacio de disfrutarlo… Independiente que él haya recurrido a mí para guiarlo en su camino de construcción de hábitos, esa sesión fui yo la que se llevó una lección.

 SER FIEL A MÍ MISMA.

 ¿Qué fuerte o no? Lo que encuentro más heavy es que tengamos que recordarlo y que no sea algo como obvio o natural. Ahí me hice la pregunta, ¿Cómo puedo serme fiel entonces? Creo que un camino podría ser…

• Recordándome día a día quién soy: ¿qué me hace inmensamente feliz? ¿qué valoro? ¿qué disfruto mucho?

• Recordándome día a día a quiénes amo: ¿quiénes han creído siempre en mí? ¿quiénes han estado siempre ahí? ¿con quiénes me siento en confianza y libre?

• Recordándome día a día hacia dónde quiero ir: ¿cuáles son mis sueños más profundos? ¿cuál quiero que sea mi próximo paso?

Es súper tentador caer en la rueda del día a día, en cumplir, hacer, hacer y hacer. Es súper tentador complacer a otros, tratar de caer bien y evitar el conflicto. Pero ahí me estoy fallando. Puede pasar que en ese camino de serte fiel haya personas que ya no te haga sentido tener en tu vida o bien, puede que tengas un trabajo o estudio que no vaya en línea con quién eres realmente.

Es probable que me digas “Tere, es más fácil decir que hacer” y claro, efectivamente es un desafío. Pero, ¿a qué costo vamos a seguir ocultando nuestros deseos?

Te aseguro que sí vale la pena parar y escucharse.